Publicidad que emociona (5).

¿Cómo convertir en arte el anuncio de una marca de mantequilla? Aquí lo podemos ver. Untar mantequilla tiene su gracia, lo sabemos, pero este anuncio nos transporta desde ese pequeño placer a otros placeres mayores: el de crear (gastronomía), el de disfrutar creando, el de la música, el de lo visual, etc. Esta campaña de la marca de mantequilla Lurpak (producto de ARLA FOODS) bautizada como «Freestyle» (Estilo Libre) es un verdadero canto a la creatividad (lo cotidiano hecho arte) y, de paso, genera muy buenas vibraciones. Ganó un León de Bronce en el festival de publicidad de Cannes 2015. ¿Os gusta?

 

La velocidad y el marketing

Sabemos que la velocidad y el tocino casan mal y no deben confundirse… La velocidad y el marketing, en cambio, pueden casar bastante mejor… Un marketing veloz puede causar impacto, sensación y resultados. Aunque, también, puede generar revuelo entre los consumidores. Los “disparos” de marketing veloz no siempre gustan a todo el mundo.
Traemos a colación dos ejemplos de marketing veloz, uno muy reciente, de la semana pasada, y otro antiguo, de los primeros 90. Son buenas ilustraciones de cómo la publicidad está alerta a lo que sucede a su alrededor, para promocionar su marca. ¿A cualquier precio?
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Caso 1. NORWEGIAN. La semana pasada, Norwegian, una aerolínea noruega ‘low cost’ mostró ingenio, brillantez y, sobre todo, rapidez, para publicitar y promocionar sus vuelos a Los Ángeles, tanto en medios offline como online. Aprovechó la separación de Angelina Jolie y Brad Pitt para ofrecer vuelos muy baratos a Los Ángeles desde diferentes lugares del planeta. En tan sólo un día, su campaña se convirtió en viral en Internet. Es una publicidad ingeniosa que invita a la sonrisa (y, si planeas ir a Los Ángeles, a comprar el billete), aunque ha habido gente que la considera poco respetuosa con los archiconocidos actores.
Caso 2. COCA-COLA. A finales de agosto de 1993, Michael Jackson estaba en plena gira mundial, esponsorizada por Pepsi-Cola. Al recalar en Bangkok, tuvo que posponer dos veces su concierto allí por estar deshidratado a causa del calor y humedad de la capital tailandesa. Coca-Cola, el sempiterno competidor de Pepsi, decidió aprovechar esa circunstancia y, al día siguiente del aviso de la doble cancelación del concierto, publicó un anuncio de media página en dos diarios tailandeses editados en inglés, “The Nation” y “The Bangkok Post”. El anuncio simplemente rezaba: “¿Deshidratado?… Siempre hay Coca-Cola”. Rápido e ingenioso. Y un ataque directo a Pepsi. La campaña publicitaria de Coca-Cola fue muy localizada en el tiempo y en el espacio, ya que sólo duró un día y únicamente se llevó a cabo en Bangkok. No gustó a todo el mundo. Los detractores de la campaña se quejaron de que Coca-Cola se aprovechara de la fragilidad física del cantante.
Por tanto, en ambos casos, hubo rapidez e impacto mediático y comercial (sin duda, Coca-Cola en 1993 en Tailandia logró vender más unidades y, en estos días, Norwegian estará vendiendo más que nunca su trayecto a L. A.). Y en ambos casos también, polémica. ¿Marketing veloz? Sí. ¿Marketing certero? Depende de para quién. ¿Qué os parece?

Seducir a los millenials

Los millennials ya no ven la tele pero no conciben la vida sin su smartphone.

Sirva este titular para resumir los hábitos de los jóvenes nacidos a partir de mediados de los 80 que ya no conciben sentarse delante del televisor a esperar que llegue la hora de su serie favorita y prefieren consumir contenidos a la carta, optar por el streaming, interactuar en las redes sociales o acceder a apps en sus móviles: Facebook, Twitter, Snapchat, Instagram, Youtube, Facebook Messenger e Instagram son algunas de las aplicaciones que se llevan la palma y con las que la generación bautizada como ‘nativos digitales’ está más que familiarizada.

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No en vano, el último estudio realizado por Nielsen sobre hábitos y consumo de televisión pone de manifiesto que las personas de entre 18 y 24 años ven una media de 19 horas semanales la televisión, algo que supone un descenso del 21% respecto a los datos de 2013, lo que se traduce en cinco horas menos a la semana delante del televisor.

Por lo tanto, si nuestro público objetivo son los menores de 25 años no podemos esperar venderles nada si solamente nos planteamos la ya tradicional campaña de comunicación en televisión: debemos ser conscientes de que nos dejaremos a muchos por seducir. No nos bastará con programar anuncios dentro de las pautas publicitarias porque mientras estos spots se emitan ellos estarán mirando a otra pantalla, probablemente la de su teléfono móvil. Es decir, debemos lograr colarnos es estos dispositivos y en sus patrones de consumo si queremos que nuestros esfuerzos se reviertan en fidelidad hacia nuestra marca.

Los millenials han decidido que las reglas del juego han cambiado, y para seducirles solamente podemos adaptarnos y crear campañas personalizadas a su nueva forma de vivir.

Group of people using a phone

Group of people using a phone

Publicidad nostálgica

La nostalgia es un cúmulo de emociones. Es la pena, tristeza y/o melancolía originada por el recuerdo de una pérdida de algo o de alguien querido. No forzosamente se produce con una pérdida física, puede ser fruto de la lejanía, ausencia o privación transitoria de un lugar, una persona, un animal, etc.
Hoy, queremos despertar vuestra / nuestra fibra nostálgica, apelando a algo habitualmente muy querido y que no volverá: NUESTO PASADO INFANTIL Y JUVENIL. Para ello, hemos recuperado y recopilado una decena de anuncios españoles históricos perdón, vintage…, que es como se dice ahora.

Anuncios españoles vintage
¿Qué te dicen estos anuncios? Obsérvalos con atención. Saboréalos. Uno a uno. Esa marca, ese diseño, ese slogan, … Regodéate. Entretente.
¿No te dicen nada? Eso significa que eres joven, muy joven… No te preocupes, en pocos posts nos ocuparemos de ti. 😉
¿Te dicen algo? ¿Te traen buenos recuerdos? Eso significa que tienes 40, 50 o más años.
Cualquier español de más de 40 años recordará esos anuncios. Cuanto más antigua es una marca que conocemos, más afecto sentimos hacia ella. ¿Por qué? Porque la tenemos ineludiblemente asociada a nuestra infancia y juventud. Y todos sabemos que Rilke dio en el clavo cuando dijo aquello de que “la verdadera patria del hombre es la infancia.”.
Decíamos que nuestro pasado es una pérdida irremisible. No podemos volver físicamente a él, pero… lo podemos recrear a través de una facultad humana prodigiosa: el recuerdo. Eso sí, nuestra memoria es selectiva: no quiere infligirnos daño, por lo que filtra el pasado a nuestro favor. Por eso, recordar el pasado produce, generalmente, sentimientos agradables. Evocarlo nos aporta paz y tranquilidad.
Los anuncios o campañas publicitarias vintage nos retrotraen a nuestra niñez, adolescencia o juventud y, generalmente, nos inducen a rememorar situaciones felices de aquella época. La publicidad nostálgica nos provoca algo parecido a lo que sucede con la música: cuando escuchamos canciones de nuestra adolescencia y juventud, sentimos que ¡esa es NUESTRA música! Del mismo modo, cuando revisitamos anuncios de aquella época de nuestra vida, sentimos que ¡esa es NUESTRA publicidad!

Publicidad que emociona (4).

Qué difícil es emocionar, especialmente porque es prácticamente imposible hallar la fórmula magistral que emocione a todo el mundo de forma homogénea. En publicidad, como en tantas otras disciplinas, no suele valer aquello de “café para todos”. Lo que gusta a unos disgusta en ocasiones a otros, o es indiferente para la mayoría.

Por este motivo, suele suceder que cuando queremos emocionar hasta la lágrima a nuestro público objetivo, el resultado es que otros (que no son nuestro target, se entiende) pueden sentirse incluso ofendidos. De esto sabe mucho Playstation, que desde que en 1994 lanzó en Japón la primera PlayStation, se ha caracterizado por acompañar los lanzamientos de nuevos modelos con campañas absolutamente transgresoras y muy llamativas para los ‘gamers’ pero tachadas incluso de desagradables por muchos otros espectadores.

La campaña ‘Yo sí puedo decir que he vivido’ es una clara muestra de ello: presentó Playstation como la puerta de entrada a un mundo paralelo y consiguió una enorme repercusión entre los jugadores de videojuegos pero fue reprobada por otros sectores. Sin embargo, alcanzó sobradamente su objetivo.

¿Qué os parece a vosotros?

Volver (o el marketing de la «rentrée»)

Volvemos. En estos días todo vuelve. ¿A dónde? A ese destino llamado normalidad, sospechosamente parecido a la rutina. Y todos sabemos lo que cuesta volver a esa rutina.

Nada mejor, por tanto, que reflexionar un poco (sólo un poco, que nuestros cerebros están todavía desentumeciéndose, tras el letargo estival, y, sospechamos que también los de parte de nuestros lectores) sobre la propia rentrée y el marketing que le acompaña.

Como es sabido, los franceses utilizan el expresivo término “rentrée” (literalmente, re-entrada) para describir la vuelta a la normalidad y a la rutina tras las vacaciones y, muy especialmente, tras las vacaciones de verano. El paréntesis vacacional estival suele significar una ruptura con nuestro día a día. Es una huida o una salida de la rutina supuestamente para desconectar y recargar energías. Por lo tanto, parece acertado hablar de volver a entrar en ella una vez consumidas y consumadas las semanas de vacaciones.

A lo que vamos. Es I-M-P-O-S-I-B-L-E sustraerse a la “rentrée”. No sólo por la vuelta al trabajo, a la universidad o al colegio. También, por la inevitable y humana necesidad de contarnos -y comparar- las respectivas vacaciones. Y, por si todo ello no fuera suficiente, por la publicidad….

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La publicidad, en estas fechas (finales de agosto y principios de septiembre), sólo tiene ese tema: la rentrée. En estos días, encender la televisión o, simplemente, pasear por las calles, equivale a encontrarse, por ejemplo, todo tipo de ofertas para que los niños afronten la vuelta al cole con el material escolar pertinente (mochilas, cuadernos, plumieres, libros, etc), con la tecnología de rigor (portátiles, tablets, móviles, etc) y con la ropa adecuada (abrigos, uniformes, chándales, zapatos, zapatillas deportivas, etc). El bombardeo publicitario es inmisericorde, y se dirige tanto a los niños -que reclamarán a sus padres sus preferencias- como a los propios padres.

¿Significa eso que los adultos sin hijos o con hijos que no están en edad escolar se libran de la publicidad de la rentrée? En absoluto. Ahí están los gimnasios, spas y centros de estética compitiendo para hacernos sentirnos culpables de nuestra relajación veraniega e inducirnos a rebajar esos kilos de más. Y las academias de idiomas para recordarnos que, ahora sí, toca de una vez aprender o desoxidar el inglés o cualquier otra lengua. Ahí están también las ofertas de compañías aéreas y de agencias de viajes (sin duda, los mejores precios para viajar se ofertan en la rentrée cuando nadie -bueno, sí, los más espabilados- compra billetes). Y ahí están, también, los coleccionables de todo tipo (cromos de la nueva temporada de la liga de fútbol, películas clásicas, vinilos, coches en miniatura, princesas de Disney, cursos de idiomas, técnicas de costura, y todo lo que sea imaginable).

Si nos fijamos, la publicidad de la rentrée no suele ser precisamente sofisticada. No abundan ni las metáforas ni las emociones, más allá de una emoción pelín forzada: la alegría exultante y las sonrisas de oreja a oreja de niños a los que no les cuesta nada volver al cole y de adultos que hacen deporte sin sufrir o que aprenden idiomas sin esfuerzo. Por lo demás, es una publicidad racional, que construye su mensaje centrándose en la oferta concreta (tal producto o tal servicio, ilustrado mediante alguna foto) y en el precio. Y poco más. Pero es que el cerebro y el bolsillo del consumidor están también volviendo… Y ni uno ni otro están para grandes alardes. Por eso, el consumidor de rentrée sólo aspira a saber cuánto le va a costar eso que necesita sí o sí… Y punto.

O sea, por si no fuera suficiente volver a trabajar o a estudiar (y competir con familiares, compañeros y amigos por ver quién ha disfrutado de unas vacaciones más glamurosas), la atosigante y poco sofisticada publicidad de estas fechas nos recuerda sin cesar la necesidad de volver a la rutina. Es como un “chute” de realidad en vena. Y así, año tras año. Y seguirá siendo así por los siglos de los siglos. Es la película de la rentrée: una mezcla entre “Volver” de Almódovar y “Atrapado en el tiempo”. Adiós, vacaciones. Feliz “rentrée”.

Conferencia ‘Seduce y Venderás’ en vídeo

El pasado 15 de Junio estrenamos una versión muy reducida del blog ‘Seduce y Venderás’ en formato conferencia en el evento “Sí a la Pyme”, un encuentro afterwork dedicado a rendir homenaje a las pequeñas y medianas empresas que se celebró en Madrid, concretamente en el Hipódromo de la Zarzuela.

Hoy nos apetece compartir con vosotros el vídeo de la charla en la que, en apenas 15 minutos, os contamos los secretos del arte de la seducción entre una empresa y su cliente potencial.  Es una versión mini de una conferencia mucho más larga y completa que precisamente hoy  estrenamos  in-company en una gran empresa, concretamente en un laboratorio farmacéutico.

Esperamos que os guste.

Whatsapp Marketing

Whatsapp, la aplicación de mensajería instantánea para teléfonos inteligentes que envía y recibe mensajes mediante Internet, se ha convertido en un canal de comunicación si cabe más potente que las propias llamadas telefónicas. De hecho, esta App, que actualmente es gratuita, supera a nivel mundial los 1.000 millones de usuarios que mandan mensajes a diario (o vídeos, o fotos), y triunfa especialmente en España, que es el 4º país del mundo en utilización de la aplicación de comunicación instantánea con más de 20 millones de usuarios.

Así pues, si la mitad de los españoles se comunican a diario vía Whatsapp, está claro que las empresas, marcas o servicios también tienen que hablar en este idioma para comunicarse con ellos. Así nació el Whatsapp Marketing, la última estrategia de marketing digital, fácil, rápida y barata.

Las estrategias son de lo más variopintas pero todas ellas tienen un denominador común: que permiten comunicarse directamente con el público objetivo y fidelizar a los clientes.

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Por ejemplo, un pequeño comercio de Jaén, aprovechando su oportuna ubicación entre dos institutos, ha conseguido doblar sus ventas de bocadillos incorporando la posibilidad de hacer el pedido a través de Whatsapp. Los estudiantes encargan lo que querrán comer en el recreo mediante un mensaje, y lo tienen listo en cuanto suena la campana. En la misma línea, establecimientos de comida preparada reciben sus pedidos para el fin de semana (paellas, pollos a l’ast, …) e incluso aprovechan la oportunidad para, el viernes siguiente, preguntarte si esta semana también necesitarás que te traigan comida.

Del mismo modo, cada vez son más los establecimientos que comunican a sus clientes fieles los sorteos o las promociones, en una suerte de newsletter que garantiza un mayor porcentaje de lectura y permite al destinatario consultar dudas al respecto de forma sencilla si lo desea.

En otro plano, fue sonada la campaña de Toyota que consiguió que miles de personas cambiaran su estado de Whatsapp a “hibridizado” para promocionar sus vehículos híbridos, solamente sorteando un teléfono móvil cada semana.

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Whatsapp es, en definitiva, un canal al que prestamos mucha atención: más que a la TV, la radio, o el e-mail. Si tenemos algo interesante que contar, aprovechémoslo debidamente.

¿La marca comercial perfecta?

¿Qué tienen en común Whatsapp, Google, Coca Cola, Danone, Nestlé, Adidas, Nike, Mercadona, Sony y Youtube?
Respuesta: la fuerza de su marca. Son las diez marcas comerciales más potentes actualmente en España, según el informe BAV (BrandAsset Valuator) 2015 de Tapsa|Y&R, agencia de publicidad resultante de la unión de dos marcas míticas: la española Tapsa y la multinacional Young&Rubicam.
Tapsa|Y&R realiza periódicamente este estudio, desde hace más de veinte años, en medio centenar de países, analizando a nivel global el valor y la imagen de las marcas. El último estudio realizado en España incluyó la opinión de 2500 consumidores españoles, con un mínimo de 500 encuestas por marca.
El análisis parte de la base de que todas las marcas compiten por el mismo espacio en la mente y el corazón de los consumidores. Para analizar el impacto de las marcas recurre a medio centenar de atributos diferentes, como, por ejemplo, la calidad de los servicios / productos o el hecho de ser líder en un mercado.
Si nos fijamos, veremos que en el Top Ten 2015 confluyen tres marcas de Internet, tres de alimentación o bebidas, dos de ropa deportiva, una tecnológica (en el sentido clásico) y una de distribución. No hay ninguna de coches, a diferencia de otros años… Este top 10 de las marcas casi siempre está dominado por tres sectores: tecnología, alimentación y retail.

El poder de la marca
¿Qué necesita una marca para triunfar? Según se desprende del informe BAV 2015, las marcas cercanas, divertidas y comprometidas son las que más atraen a los consumidores. La relación de los consumidores con las marcas ha variado desde los comienzos de la crisis hasta hoy. La evolución del ranking de Tapsa|Y&R muestra que hace seis años se valoraba fundamentalmente lo racional (calidad-precio y fiabilidad), mientras que ahora prevalecen valores como la cercanía, la responsabilidad y lo social.
Las marcas poseen una dimensión intangible que se relaciona con el papel que desempeñan en nuestras vidas. Al interactuar con las personas, las marcas crean un valor simbólico, intangible pero importante, intrínsecamente asociado al acto de compra: no sólo adquirimos productos sino también experiencias, sensaciones y la expresión (y asunción) de identidades concretas (“soy un motero Harley”, “pertenezco a la exclusiva comunidad Rolls-Royce”, “soy un early adopter de Apple”, etc.).
La diversidad de marcas del Top Ten 2015 de Tapsa|Y&R quizá nos da pistas de cómo debería ser una marca comercial para acercarse a la perfección. ¿Os imagináis una marca (o una empresa, es decir, una marca corporativa) que ofrezca un poco de todo (como Youtube y Mercadona), que sea alegre y chispeante (Coca-Cola), cercana y rápida (Whatsapp), innovadora y de calidad (Sony), saludable y deportista (Nike y Adidas), tecnológicamente avanzada y con elevada capacidad de buscar y encontrar (Google) y que, para colmo, deje buen sabor de boca (como Nestlé y Danone)? Indudablemente, tendría gancho…
Y vuestras marcas, lectores…, ¿qué? ¿Son cercanas, divertidas y comprometidas? ¿Se acercan a la marca comercial perfecta?

El clímax publicitario

Hay publicidad de detergentes, de refrescos y de perfumes. Bien, resulta más o menos de cajón deducir los beneficios que intentarán transmitirnos las piezas publicitarias de dichos productos e incluso podemos arriesgarnos a vaticinar qué visuales o imágenes aparecerán.

Ahora bien, existen algunas categorías de producto en las que resulta si cabe más necesario agudizar el ingenio para publicitar un producto en cuestión. Sin ir más lejos, es el caso de los preservativos. No se empezaron a anunciar en televisión hasta 1987, y desde entonces la publicidad de los profilácticos se ha convertido en la reina del eufemismo, el doble sentido y el simbolismo. Para vender el sexo seguro se tiende a evitar el uso de imágenes o situaciones demasiado explícitas, que se sustituyen por grandes dosis de creatividad e ingenio, logrando a veces resultados dignos de un clímax publicitario. Os dejamos algunos ejemplos para vuestro disfrute.

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