Los millennials ya no ven la tele pero no conciben la vida sin su smartphone.

Sirva este titular para resumir los hábitos de los jóvenes nacidos a partir de mediados de los 80 que ya no conciben sentarse delante del televisor a esperar que llegue la hora de su serie favorita y prefieren consumir contenidos a la carta, optar por el streaming, interactuar en las redes sociales o acceder a apps en sus móviles: Facebook, Twitter, Snapchat, Instagram, Youtube, Facebook Messenger e Instagram son algunas de las aplicaciones que se llevan la palma y con las que la generación bautizada como ‘nativos digitales’ está más que familiarizada.

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No en vano, el último estudio realizado por Nielsen sobre hábitos y consumo de televisión pone de manifiesto que las personas de entre 18 y 24 años ven una media de 19 horas semanales la televisión, algo que supone un descenso del 21% respecto a los datos de 2013, lo que se traduce en cinco horas menos a la semana delante del televisor.

Por lo tanto, si nuestro público objetivo son los menores de 25 años no podemos esperar venderles nada si solamente nos planteamos la ya tradicional campaña de comunicación en televisión: debemos ser conscientes de que nos dejaremos a muchos por seducir. No nos bastará con programar anuncios dentro de las pautas publicitarias porque mientras estos spots se emitan ellos estarán mirando a otra pantalla, probablemente la de su teléfono móvil. Es decir, debemos lograr colarnos es estos dispositivos y en sus patrones de consumo si queremos que nuestros esfuerzos se reviertan en fidelidad hacia nuestra marca.

Los millenials han decidido que las reglas del juego han cambiado, y para seducirles solamente podemos adaptarnos y crear campañas personalizadas a su nueva forma de vivir.

Group of people using a phone

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