Oh, blanca Navidad… así reza el villancico que empieza a sonar en las calles más peatonales de las grandes ciudades, y también el lema que ha utilizado la plataforma de vídeo Netflix para felicitar la Navidad con un cartel gigante en el centro de Madrid. Hasta aquí parece todo de lo más normal, pero en realidad la polémica está servida porque precisamente lo ha hecho junto a una foto de uno de los mayores narcotraficantes del mundo y protagonista de ‘Narcos’, Pablo Escobar, presuntamente aludiendo al doble sentido con la cocaína. Una publicidad provocadora, sin duda, que muchos tildan de poco ética mientras otros tantos se lo toman con humor y aplauden el alarde creativo.

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Sea como fuere, las redes sociales se han llenado de fotos y más fotos del polémico cartel, y una creatividad que estaba destinada a ser vista únicamente por los transeúntes madrileños ha llegado hasta los puntos más recónditos del planeta, convirtiendo la acción en una de las que probablemente puedan presumir de mayor retorno de la inversión. Una vez más se demuestra que la provocación es uno de los motores de la notoriedad publicitaria.